No se protege la mente tratando de resolver los problemas con el uso de la razón, sino con la disposición.
Versículo: 2 Corintios 5:21
Jesús tuvo la determinación de hacer la voluntad de su Padre, sin importar cuán contradictoria pareciera esta.
Versículo: 2 Corintios 5:21
Al que no cometió pecado alguno, por nosotros Dios lo trató como pecador, para que en él recibiéramos la justicia de Dios.
El tercer punto de ataque que Satanás utilizó para quebrantar la decisión de Cristo de servir a su Padre fue la mente.
Frente al fracaso de hacer caer al Hijo apelando a sus necesidades
corporales y de su yo, decidió, entonces, atacar las bases de su
raciocinio.
Eso ocurrió en el Getsemaní. Allí Jesús fue enfrentado con una visión futura y total de la cruz, y todo lo que él soportaría. Jesús vio la contradicción que tendría que sobrellevar; él, quien no conocía pecado tendría que convertirse en pecado (2Co 5.21). La presión de tener que convertirse en lo que más odiaba fue una carga casi intolerable para el Hijo del hombre.
Eso ocurrió en el Getsemaní. Allí Jesús fue enfrentado con una visión futura y total de la cruz, y todo lo que él soportaría. Jesús vio la contradicción que tendría que sobrellevar; él, quien no conocía pecado tendría que convertirse en pecado (2Co 5.21). La presión de tener que convertirse en lo que más odiaba fue una carga casi intolerable para el Hijo del hombre.
Jesús tuvo la determinación de hacer la voluntad de su Padre, sin importar cuán contradictoria pareciera esta.
Él sufrió todos los
síntomas de la presión: gemidos, lágrimas, sudor e intensa agonía
interna. Su mente fue sacudida como por una tormenta mientras se debatía
entre dos principios contradictorios. Tres veces tuvo que acercarse con
insistencia a su Padre en oración, buscando ayuda, y durante todo ese
tiempo Satanás esperaba que su mente se quebrara, dejándolo quebrantado y
desvalido. Pero una vez más, Jesús volvió a su determinación de hacer
la voluntad de su Padre, sin importar cuán contradictoria pareciera
esta. «Pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.» (Lc 22.42) La victoria se logró y luego la paz, porque su voluntad se mantuvo firme en medio de la tormenta.
Satanás sabe muy bien cómo puedo ser destruido a través de la conmoción mental. El ser llamado «loco» fue una de las críticas que a Pablo le tocó que enfrentar (Hch 26.24; 1Co 5:13). No se protege la mente tratando de resolver los problemas con el uso de la razón, sino con la disposición de mantenerse sujeto a Dios y dejarlo a él resolver los problemas como le parezca. «Hágase tu voluntad» (Mt 26.42) es más que una simple oración; es la terapia mental que el engañador no puede deshacer. Si mantengo mi voluntad intacta, Dios me dará el espíritu de «poder, amor, y dominio propio» (2Ti 1.7).
Satanás sabe muy bien cómo puedo ser destruido a través de la conmoción mental. El ser llamado «loco» fue una de las críticas que a Pablo le tocó que enfrentar (Hch 26.24; 1Co 5:13). No se protege la mente tratando de resolver los problemas con el uso de la razón, sino con la disposición de mantenerse sujeto a Dios y dejarlo a él resolver los problemas como le parezca. «Hágase tu voluntad» (Mt 26.42) es más que una simple oración; es la terapia mental que el engañador no puede deshacer. Si mantengo mi voluntad intacta, Dios me dará el espíritu de «poder, amor, y dominio propio» (2Ti 1.7).
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