Un
día, su superior queriendo humillarlo delante de la tropa, lo llamó y le dijo:
“Joven,
venga aquí, tome la llave y vaya a aquel jeep y estaciónelo allá al frente”.
El
joven soldado dijo: “No sé manejar”.
Entonces
dijo el superior: ¡Pero vamos! ¡Pida ayuda a su Dios, muéstrenos que Él existe!…
El
soldado agarró la llave y mientras iba al vehículo empezó a orar, subió, lo
encendió y lo estacionó perfectamente.
Al
salir del jeep del soldado vio a todos que estaban llorando y diciendo: ¡Nosotros queremos servir a tu Dios!
El
joven espantado, preguntó qué estaba sucediendo, a lo que el superior llorando
abrió el capó del jeep y le mostró que el auto estaba sin motor.
Entonces
el joven dijo: “¿Están viendo? Ese es el Dios a quien yo sirvo, el Dios de lo
imposible, el Dios que da existencia a lo que no existe.
Versículo para reflexionar: Filipenses 4:13 (Palabra de Dios para Todos)
Puedo enfrentar cualquier situación porque Cristo me da el poder para hacerlo.
Jesús pone fortaleza
e inspiración en nuestras vidas siempre y para siempre.
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