Salmos
119:43-45
No quites de mi boca en ningún tiempo la palabra de verdad, porque en tus juicios espero. Guardaré tu Ley siempre, para siempre y eternamente. Y andaré en libertad, porque busqué tus mandamientos.
Reflexión
El 6 de enero de 1941 el Presidente Franklin D. Roosevelt pronunció un discurso ante el Congreso de los Estados Unidos de América y entre otras cosas dijo que los Estados Unidos esperaban un mundo fundado sobre cuatro libertades esenciales:
I. Libertad de palabra;
II. Libertad de culto;
III. Libertad de trabajo;
IV. Libertad de eludir el temor.
En verdad “Libertad” es una palabra que vale oro y rompe cadenas cuando se ejecuta sin distinción de personas. William Allen White dijo:” Libertad es la única cosa que usted no puede disfrutar a menos que usted se la dé a otros”. Ernest Benn agregó: “Libertad es ser libre de las cosas que no nos gustan para convertirnos en esclavos de las que nos gustan”.
Mis queridos hermanos y amigos, es fácil hablar de libertad cuando hablamos de la nuestra pero qué difícil es dársela a otros. Dar libertad en nuestra familia usualmente es interpretado de forma errónea como pérdida de poder y respeto. Dar libertad a los pueblos es erróneamente interpretado como anárquico. Sentirse en libertad con Dios es librarse de las ataduras que nosotros mismos nos hemos impuesto y correr libremente hacia Él. Como dice el salmista “Y andaré en libertad, porque busqué tus mandamientos”. Ser verdaderamente libres es vivir en Él. Como dijo Jesús: “Así que, si el Hijo os liberta, seréis verdaderamente libres”.
Que el ETERNO te bendiga
No hay comentarios:
Publicar un comentario