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sábado, 4 de enero de 2014

Nada tiene sentido





Eclesiastés 1:18
La Biblia Nueva Traducción Viviente (NTV)

Estas son las palabras del Maestro, hijo del rey David y gobernante de Jerusalén.

Nada tiene sentido
«Nada tiene sentido —dice el Maestro—, ¡ningún sentido en absoluto!».

¿Qué obtiene la gente con trabajar tanto bajo el sol?. Las generaciones van y vienen, pero la tierra nunca cambia. El sol sale y se pone, y se apresura a dar toda la vuelta para volver a salir. El viento sopla hacia el sur y luego gira hacia el norte. Da vueltas y vueltas soplando en círculos. Los ríos desembocan en el mar, pero el mar nunca se llena. Luego el agua vuelve a los ríos y sale nuevamente al mar. Todo es tan tedioso, imposible de describir. No importa cuánto veamos, nunca quedamos satisfechos. No importa cuánto oigamos, nada nos tiene contentos.

La historia no hace más que repetirse; ya todo se hizo antes. No hay nada realmente nuevo bajo el sol. A veces la gente dice: «¡Esto es algo nuevo!»; pero la verdad es que no lo es, nada es completamente nuevo. Ninguno de nosotros recuerda lo que sucedió en el pasado, y las generaciones futuras tampoco recordarán lo que hacemos ahora.

El Maestro habla sobre la inutilidad de la sabiduría

Yo, el Maestro, fui rey de Israel y viví en Jerusalén.  Me dediqué a buscar el entendimiento y a investigar con sabiduría todo lo que se hacía debajo del cielo. Pronto descubrí que Dios le había dado una existencia trágica al género humano. Observé todo lo que ocurría bajo el sol, y a decir verdad, nada tiene sentido, es como perseguir el viento.

Lo que está mal no puede corregirse; lo que se ha perdido no puede recuperarse.

Me dije: «A ver, soy más sabio que todos los reyes que gobernaron Jerusalén antes que yo. Tengo más sabiduría y conocimiento que cualquiera de ellos». 17 Así que me dispuse a aprender de todo: desde la sabiduría hasta la locura y la insensatez; pero descubrí por experiencia que procurar esas cosas es como perseguir el viento.
Cuanta más sabiduría tengo, mayor es mi desconsuelo; aumentar el conocimiento sólo trae más dolor.

Nota; Eclesiastés 1:1 En hebreo Qohelet; este término se traduce «el Maestro» en todo el libro.

lunes, 23 de diciembre de 2013

No eres responsable de la cara que tienes, eres responsable de la cara que pones.

No eres responsable de la cara que tienes, eres responsable de la cara que pones.

Se dice que hace tiempo, en un pequeño y lejano pueblo, había una casa abandonada. 

Cierto día, un perrito buscando refugio del sol, 
logró meterse por un agujero de una de las puertas de dicha casa.


El perrito subió lentamente las viejas escaleras de madera. 
Al terminar de subirlas se topó con una puerta semi-abierta; lentamente se adentró en el cuarto. 

Para su sorpresa, se dio cuenta que dentro de ese cuarto habían 1000 perritos más, 

observándolo tan fijamente como él los observaba a ellos.

El perrito comenzó a mover la cola y a levantar sus orejas poco a poco. 
Los 1000 perritos hicieron lo mismo. 

Posteriormente sonrió y le ladró alegremente a uno de ellos. 
El perrito se quedó sorprendido al ver que los 1000 perritos también 
le sonreían y ladraban alegremente con él. 

Cuando el perrito salió del cuarto se quedó pensando para sí mismo: 
"¡Qué lugar tan agradable... voy a venir más seguido a visitarlo!"

Tiempo después, otro perrito callejero entró al mismo sitio y se encontró en el mismo cuarto. 

Pero a diferencia del primero, este perrito al ver a los otros 1000 perritos del cuarto se sintió amenazado ya que lo estaban viendo de una manera agresiva.
 
Posteriormente empezó a gruñir, obviamente vio como los 1000 perritos le gruñían a él. 

Comenzó a ladrarles ferozmente y los otros 1000 perritos le ladraron también a él. 

Cuando este perrito salió del cuarto pensó: 
"¡Qué lugar tan horrible es éste... nunca más volveré a entrar allí!".

En el frente de dicha casa se encontraba un viejo letrero que decía: 
"La casa de los 1000 espejos".

Todos los rostros del mundo son espejos. 
Decide qué rostro llevarás por dentro y ése será el que mostrarás. 
El reflejo de tus gestos y acciones es lo que proyectas ante los demás.

Las cosas más bellas del mundo no se ven ni se tocan, sólo se sienten con el corazón.

(Autor desconocido)

Así que, todas las cosas que quisierais que los hombres hiciesen con vosotros, así también haced vosotros con ellos, porque esta es la ley y los profetas. Mateo 7:12: 12 

domingo, 22 de diciembre de 2013

LA FE, UNA CONVICCIÓN PARA EL SER HUMANO



Cuando tenemos alguna necesidad inmediatamente recurrimos a las peticiones celestiales; decimos YAHWEH (Dios) necesito de ti, ya no puedo seguir, Tú ayúdame. En algunas ocasiones nos ocultamos de las personas para poder tener una intimidad con YAHWEH (Dios).

Pero analicemos nuestras peticiones u oraciones; Le Pedimos a YAHWEH un favor o milagro para que él lo resuelva o pedimos con la convicción de que YAHWEH pondrá los medios para que llegue ese milagro.

LA FE

La FE  es la llave celestial para que se cumplan nuestra petición. Aclarando que nuestra peticiones se cumplirán en el tiempo de YAHWEH no muchas veces se cumplen en el momento que creemos que las necesitamos.

¿Qué es la FE?
En el libro de los Hebreos 11:1 dice que la Fe es: La (FE) confianza es tener la certeza de lo que esperamos esperanzados, convencidos acerca de las cosas que no vemos.

La FE es tener confianza de que las cosas van a suceder.

Cuando tenemos una confianza llena de completa seguridad en YAHWEH él puede.
Conceder las peticiones de nuestro corazón.
 
Entonces tener FE, también significa deleitarse con YAWWEH.

Entonces te deleitarás en YAHWEH, y El te otorgará los deseos de tu corazón. (Salmos 37:4).

Tenemos que aplicar dos convicciones en nuestra vida con YAHWEH (El Todo Poderoso).

CONFIANZA Y DELEITE

Como resultado por medio de la FE podemos mover montañas y la Fe no necesita ser muy grande. La FE puede ser del tamaño de un granito de mostaza.

Les dijo: "¡Porque ustedes tienen tan poca confianza! ¡Sí! Les aseguro que si tuvieran la confianza de un grano de mostaza, podrían decir a este monte: '¡Muévete de aquí para allá!,' y se movería; ¡seguramente nada sería imposible para ustedes! (Mateo 17:20)

Cuando platicamos con el ETERNO necesitamos platicar con FE, saber que nuestra oración es escuchada. En este punto hacemos una conexión muy importante.

Oración + Fe = El poder manifestado de YAWWEH (El todo poderoso)

Nota: Toma en cuenta que todas nuestras peticiones beben ser pedidas conforme a los estatutos del ETERNO (YAHWEH).

Un ejemplo de Fe lo podemos ver en la historia de Josué en el capítulo 10. El Señor les dio la victoria a los Israelitas contra los amorreos.

Josué oró al Señor delante de todo el pueblo de Israel y dijo: «Que el sol se detenga sobre Gabaón, y la luna, sobre el valle de Ajalón». Entonces el sol se detuvo y la luna se quedó en su sitio hasta que la nación de Israel terminó de derrotar a sus enemigos. Las oraciones con Fe, tienen tanto poder como para agradar a Dios, e incluso hacer que envié a sus ángeles para guardarte en el día del mal. 

Finalmente, termino con éste versículo en donde se muestra que Dios se complace en nuestra Fe, así que si quieres agradar a nuestro Padre... ¿Qué esperas? Sin fe es imposible agradar a Dios. Todo el que desee acercarse a Dios debe creer que él existe y que él recompensa a los que lo buscan con sinceridad. (Hebreos 11:6)

miércoles, 18 de diciembre de 2013

Las madres tienen que dejar de ver a sus hijos como hijos en algún momento.



"Al tercer día se hicieron unas bodas en Caná de Galilea; y estaba allí la madre de Jesús. Y fueron también invitados a las bodas Jesús y sus discípulos. Y faltando el vino, la madre de Jesús le dijo: No tienen vino. Jesús le dijo: ¿Qué tienes conmigo, mujer? Aún no ha venido mi hora. Su madre dijo a los que servían: Haced todo lo que os dijere.(Juan 2:1-5)    

 

"Jesús le dijo: ¿Qué tienes conmigo, mujer? Aún no ha venido mi hora"


La contestación de Jesús a María implicaba cierto desacuerdo entre ambos, aunque en ningún momento se mostró descortés con su madre.

Es cierto que Jesús no le llamó "madre", sino "mujer", y aunque esto nos pueda sonar extraño, de ninguna manera implicaba una falta de respeto. De hecho, fue la misma expresión que Jesús utilizó cuando estaba muriendo en la cruz y encomendó el cuidado de su madre a Juan: (Jn 19:26) "Cuando vio Jesús a su madre, y al discípulo a quien él amaba, que estaba presente, dijo a su madre: Mujer, he aquí tu hijo".

En realidad, lo que Jesús quería enseñar a su madre es que había llegado el momento en que ella debía dejar de pensar en él como si únicamente fuera su hijo, y tenía que comenzar a considerarlo ante todo como su Señor. Y era importante que lo asumiera cuanto antes, porque mientras lo siguiera viendo como su hijo, más sufriría cuando él sufriera.

No obstante, no podemos negar que el Señor sí que manifestó cierto desacuerdo con ella. ¿Por qué razón? Porque aunque María sólo se limitó a mencionar una necesidad en el transcurso de aquella boda, Jesús interpretó el detalle como un intento de lanzar a su hijo en su carrera mesiánica. Así que, la reprensión del Señor tuvo su origen en el hecho de que María estaba colocando su relación maternal en conexión con su obra, y el Señor no podía aceptar esto. Ella no podía ser quien indicara la "hora" en que debía manifestarse, eso era algo que sólo le correspondía a su Padre en el cielo.

Es curioso que de este hecho, la iglesia Católica deduzca la intercesión celestial de María, de tal manera que las peticiones que ella reciba en este tiempo de los creyentes que están vivos, las hará efectivas en el cielo. Pero notemos que no hay ningún indicio en el pasaje de que Jesús le confiriera tal autoridad a María ni en el cielo ni tampoco en la tierra. El relato deja claro que el hecho de que fuera su madre no le revestía de ninguna autoridad especial. Es más, fue censurada por el Señor por la única súplica que le hizo. Y por último, señalar también que desde el momento en que Jesús comenzó su ministerio, la trató como "mujer", no como "madre", si bien, como buen hijo, nunca olvidó sus deberes familiares.